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La revista, género musical de origen francés, hunde sus raíces en el siglo XIX y su propósito era, precisamente, «pasar revista» en clave paródica y humorística a los acontecimientos más golosos del año. Por eso solían estrenarse, bien el día de los Inocentes, bien el de Año Nuevo, inscritas en los jolgorios que suelen programarse para tales fechas. Obras tan importantes en nuestro teatro musical como La Gran Vía, que hace alusión a las obras de apertura de esa avenida madrileña, o El año pasado por agua, que se refiere al muy lluvioso 1888, son piezas que inciden en esta motivación. En los años veinte, la competencia de la opereta, el cine y los ritmos afroamericanos, junto a la liberalización de costumbres, dan un nuevo cauce a la revista que ahora va a incurrir en espectaculares escenografías, exuberantes vedettes y gran abundancia de coristas que atraigan a un público deseoso de tales novedades. Si la argentina Celia Gámez, que llegó a España como cantante de tangos, se constituyó durante más de cuarenta años en la estrella del género, Muñoz Román fue, durante otros tantos, el autor de más éxito.

Muñoz Román

 Nacido en Calatayud en 1903, aseguraba que los millares de cuentos que le narró de niño su abuelo Bruno despertaron su sentido cómico. A quien conozca el legendario sentido del humor de los bilbilitanos no le extrañará el aserto. A los nueve años marchó a Zaragoza para cursar el bachillerato en el Colegio Santo Tomás de Aquino. Con dieciséis emigra a Madrid y en 1921, al tiempo que gana oposiciones a Correos con el número uno entre mil trescientos aspirantes, estrena con una sociedad de aficionados su primera obra en el Salón Luminoso de Cuatro Caminos: Quereres primeros. Han de pasar cuatro años para su segundo estreno, El rayo de sol en 1925, año en que contrajo matrimonio con Paula Galindo Blázquez, que le dio dos varones y una hija, y tres hasta el siguiente, La suerte negra, musicada por el ya prestigioso maestro Alonso. La colaboración con este músico le deparó el éxito que ya no le va a abandonar. Ambos configuran el patrón de la moderna revista musical con excelentes cantables y libretos agudos y bien trabados, dentro del disparate consustancial al género.

 Tras la buena recepción de esta obra, comienza a elaborar los libretos con el muy experimentado autor madrileño Emilio González del Castillo (1883-1940), colaboración que duró hasta la muerte de éste.

 Durante los años treinta se sucederán los éxitos protagonizados por el trío. Abundando únicamente en sus obras de mayor eco, hay que recordar Las guapas (1930), ya protagonizada por Celia Gámez, la diosa del género que el maestro Alonso había arrebatado al tango y fichado para su revista Las castigadoras en 1927. La Castañuela (1931) y la que ha quedado como emblema del género, Las Leandras (1931), de muy ocurrente Suárez, Blanquita-Las Leandraslibreto y repleta de extraordinarios cantables. Ninguna revista, exceptuando la muy veterana La Gran Vía, puede presentar tantos números que hayan trascendido su tiempo: el pasacalle de los nardos, la habanera de la verbena de San Antonio, la java de las viudas o el chotis “El Pichi” cuya letra, imposible de concebir hoy día, cada vez sorprende más por su gracia, originalidad y capacidad de cuestionamiento.

 Durante los treinta, también constituirán éxitos clamorosos: Las de Villadiego (1933) con su famoso chotis de La Colasa, Las vampiresas (1934), Las de los ojos en blanco (1934) y Mujeres Muñoz Román_Las vampiresas002de fuego (1935) en la que aparece un anticipo de las muñecas hinchables para hombres solitarios que inspiraron a Berlanga su film Tamaño natural. El ingenioso argumento parte de las demandas de los reclusos de un penal de Córcega que exigen lo que hoy se llama «vis a vis» o «comunicación íntima». Siendo imposible satisfacer la petición de forma directa, el alcaide don Orencio va a París, donde el polaco Zalenski ha patentado unas mujeres sintéticas que andan, hablan, suspiran, ríen y pueden practicar el amor. Ni Las Leandras ni Mujeres de fuego eran susceptibles de superar las censuras postbélicas con lo que desaparecieron de los escenarios. Como los cantables no podían ser tan fácilmente exorcizados, es sabido que en “El Pichi” se cambió la alusión a Victoria Kent por «un pollito bien». A la obra habría que cambiarle el título por Mami, llévame al colegio, adecentarle el libreto y esperar a 1965 para verla reestrenada. Claro que algo peor le ocurrió a la inocente La Gran Vía. Un gobernador valenciano sólo aceptó su representación si en los carteles se ponía Avenida José Antonio Primo de Rivera. (Antes La Gran Vía), como así se hizo, cediendo el gobernador en la autorización de la segunda parte del título ante la insistencia del empresario y su argumento de que había que divulgar los nuevos usos para un público poco informado.

 No significó parón alguno la nueva situación para la labor de José Muñoz Román que continuó siendo el autor de más éxito durante muchos años. La buena racha la incrementó a partir de 1941 haciéndose empresario y director del Teatro Martín, que ya se había convertido en el emporio de la revista. Ladronas de amor (1941), de ocurrente libreto futurista y en la que aparecía un incipiente José Luis Ozores, fue el primer gran éxito. El asunto de las venusinas del siglo XXIV dejando a las terráqueas sin varones daba lugar a las más equívocas situaciones sin caer en la explicitud imposible en tales calendas, de modo que en 1946 se readaptó con el título Te espero el siglo que viene y volvió a conseguir la entrega del público.

 Tras un nuevo triunfo con Luna de miel en El Cairo (1943), aún no había pasado un año cuando comienza su colaboración con el maestro Guerrero estrenando Cinco minutos nada menos, con un curioso argumento en torno a la verdad y la mentira: Don Justo, director del diario La Verdad Desnuda, pretende que su periódico no publique nada incierto pero las circunstancias le llevan a convertirse en el mayor mentiroso del reino, aparte de que la línea de su periódico le hunde en la miseria. A pesar de que Las Leandras sea entre sus obras la que más he quedado en la memoria, Cinco minutos nada menos constituye un récord absoluto en el teatro español. Se representó ininterrumpidamente en el Teatro Martín y a lleno diario desde el 21 de enero de 1944 hasta el 1 de abril de 1947 en un tiempo en que las carteleras se renovaban todos los años el Sábado Santo. Tras más de tres años en cartel y 1.700 representaciones, se sustituyó -y no porque la afluencia aflojase- por otra obra de su autoría, Historia de dos mujeres, que fue otro gran éxito.

 Durante los años cincuenta, Muñoz Román va a continuar como empresario del teatro Martín y surtiendo las revistas de más impacto. En esta década, la mayor resonancia la obtiene, sin duda, Ana María (1954) en la que, ya fallecidos los dos grandes del género, Guerrero y Alonso, el muy original  argumento contó con la música del gran maestro Padilla. La vedette fue Queta Claver, tan simpática como desafinada cantante. Como lo fue también de otro de los éxitos de los cincuenta La chacha, Rodríguez y su padre.

 El pujante cine mejicano de la época recurrió a varios argumentos de Muñoz Román: Las de los ojos en blanco se convirtió en Especialista en señoras (1951), dirigida por Miguel Morayta. El prestigioso René Cardona rodó en 1951 un argumento original, Pompeyo el conquistador, mientras que la opereta de 1942, Doña Mariquita de mi corazón, fue llevada a la pantalla diez años más tarde por Joaquín Pardavé. También se filmó allí Las Leandras, libreto que, cuando la circunstancia censora lo permitió, fue explotado también por el cine español bajo las direcciones de Guillermo Martínez Solares (1960) y Eugenio Martín (1969). En esta última participaron las estomagantes Rocío Durcal e Isabel Garcés y los excelsos Alfredo Landa, Saza y Valentín Tornos. De cualquier modo la cinta en la que tuvo mayor participación directa el bilbilitano fue Los maridos no cenan en casa (Jerónimo Mihura, 1956) inspirada en la comedia Las desencantadas de Honorio Maura y en la que se encargó del argumento, guión y diálogos.

 Con la decadencia del género a punto de iniciarse, aún consiguió Muñoz Román otros triunfos multitudinarios: el que denominó sainete superrealista, Una jovencita de 800 años (1958), Un matraco en Nueva York (1959), que se eternizó en los carteles y lanzó a la popularidad a Alfonso del Real, y ¡Qúe cuadro el de Velázquez, esquina Goya! (1963), que fue su último gran suceso. Una de las escenas de su acto segundo era la que prefería el autor de toda su obra mientras consideraba su mejor cantable el dedicado a Pastora Imperio en ¡A vivir del cuento! (1952). Por cierto, que en esta revista hizo debutar a la mentada vedette valenciana Queta Claver, a la que descubrió y de la que se prendó durante algún tiempo.

 Muñoz Román fue un hombre apuesto, de 1’75 de altura y, según sus contemporáneos, amable, educado y simpático. Admiraba -y hacía muy bien- a Arniches, que fue su modelo confeso. También apreció el goteante talento literario de Agustín de Foxá y a Raquel Meller y Celia Gámez, como artistas. Como nadie es perfecto, fue muy aficionado a los toros. En ocasiones, ¡ojo!, se le ha confundido con el sevillano José Muñoz Sanromán[1], profuso artículista, poeta y narrador, autor, por ejemplo, de una de las novelas más sonadas escritas en el bando franquista durante la guerra civil, Las fieras rojas.

  El escritor bilbilitano transitó el 5 de febrero de 1968. Meses antes, el consistorio de su ciudad natal le había propiciado un disgusto severo. Alguien le propuso como hijo predilecto de la villa pero, reunido el concejo, se adujo que quien había dedicado su vida a tales frivolidades no era digno de tal honor.

 Muñoz Román_Doña Mariquita de mi corazón003

                                          OBRAS

Quereres primeros (sainete lírico) -con música de Ángel Martín Pompey-, estr. en 1921.

El rayo de sol (sainete lírico) -con Aurelio López Monis; música de Enríquez, Sebastián Pla y Ángel Martín Pompey-, Madrid, SAE, 1925.

La suerte negra (sainete lírico) -con Domingo Serrano; música de Francisco Alonso y Emilio Acevedo-, Madrid, SAE, 1928.

Los mandarines (pasatiempo lírico) -con Emilio González del Castillo y Domingo Serrano; música de Emilio Acevedo, Francisco Alonso y Fernando Díaz Giles-, estr. en 1928.

El romeral (zarzuela) -con Domingo Serrano; música de Emilio Acevedo y Fernando Díaz Giles-, Madrid, Imp. de La Enseñanza, 1929.

La tirana del candil (zarzuela) -con Emilio González del Castillo y Domingo Serrano; música de Fernando Díaz Giles y Emilio Acevedo-, estr. en 1930.

Las guapas (pasatiempo cómico-lírico) -con Emilio González del Castillo; música de Francisco Alonso y Joaquín Belda-, Madrid, Imp. Gráf. Victoria, 1930.

La castañuela (zarzuela) -con Emilio González del Castillo; música de Francisco Alonso y Emilio Acevedo-, Madrid, Imp. Gráf. Victoria, 1931.

Las Leandras (revista) -con Emilio González del Castillo; música de Francisco Alonso-, Madrid, Imp. Gráf. Victoria, 1931.

Las mimosas (pasatiempo lírico) -con Emilio González del Castillo; música de Ernesto Pérez Rosillo-, Madrid, Imp. Gráf. Victoria, 1931.

Los Laureanos o La suerte negra (drama lírico) -con Emilio González del Castillo; música de Francisco Alonso, Emilio Acevedo y J. Serrano-, estr. en 1932.

¡Allá películas! (farsa cómica) -con Emilio González del Castillo-, Madrid, Imp. Gráf. Victoria, 1932.

Las faldas (pasatiempo lírico) -con Emilio González del Castillo; música de Ernesto Pérez Rosillo-, Madrid, Imp. Gráf. Victoria, 1932.

Las de Villadiego (pasatiempo lírico) -con Emilio González del Castillo; música de Francisco Alonso-, Madrid, Imp. Gráf. Victoria, 1933.

La posada del caballito blanco (opereta) -con Emilio González del Castillo; música adaptada de Benatzky-, Madrid, Imp. Gráf. Victoria, 1933.

La posada del caballito rojo (opereta) -con Emilio González del Castillo; música adaptada de Benatzky-, estr. en 1934.

Las de los ojos en blanco (pasatiempo lírico) -con Emilio González del Castillo; música de Francisco Alonso-, Madrid, Imp. Gráf. Victoria, 1934. / Madrid, Cisne-Teatro Frívolo nº 1-III-1936.

Muñoz Román_La de los ojos en blanco001

Las vampiresas (pasatiempo lírico) -con Emilio González del Castillo; música de Ernesto Pérez Rosillo-, Madrid, Imp. Gráf. Victoria, 1934. / Madrid, Cisne-Teatro Frívolo nº 15-IV-1936.

Mujeres de fuego (revista) -con Emilio González del Castillo; música de Francisco Alonso-, Madrid, Imp. Gráf. Victoria, 1935. / Madrid, Cisne-Teatro Frívolo nº 9-II-1936.

Las tocas (pasatiempo lírico) -con Emilio González del Castillo; música de Francisco Alonso-, Madrid, Imp. Gráf. Victoria, 1936.

Todas en una (pasatiempo lírico) -con Emilio González del Castillo; música de Francisco Alonso-, estr. en 1939.

Vampiresas 1940 (comedia lírica) -con música de Ernesto Pérez Rosillo y Daniel Montorio-, estr. en 1940.

Rápteme usted, caballero (sainete lírico) -con música de Ernesto Pérez Rosillo y Daniel Montorio-, estr. en 1940.

¡Que se diga por la radio! (testamentaria cómico-lírica) -con Emilio González del Castillo; música de Francisco Alonso-, Madrid, SAE, 1940.

Ladronas de amor (zarzuela futurista) -con Francisco Lozano; música de Francisco Alonso-, Madrid, Gráf. Velasco Hnos., 1942.

Doña Mariquita de mi corazón (opereta cómica) -con música de Francisco Alonso-, Madrid, Gráf. Velasco Hnos., 1942.

Luna de miel en El Cairo (opereta) -con música de Francisco Alonso-, Madrid, Gráf. Velasco Hnos., 1943.

Una noche contigo (opereta) -con Emilio González del Castillo; música de Ernesto Pérez Rosillo-, Madrid, Velasco Hnos., 1943.

¡Cinco minutos nada menos! (opereta cómica) -con música de Jacinto Guerrero-, Madrid, Gráf. Velasco Hnos., 1944.

Te espero el siglo que viene (fantasía, adaptación de Ladronas de amor) -con Francisco Lozano Bolea y Enrique Arroyo Lamarca; música de Francisco Alonso-, estr. en 1946.

Las viudas de alivio (opereta) -con Emilio González del Castillo; música de Francisco Alonso-, estr. en 1946.

La blanca doble (revista) -con música de Jacinto Guerrero-, estr. en 1947.

Historia de dos mujeres o Dos mujeres con historia (opereta) -con música de Ernesto Pérez Rosillo y Daniel Montorio-, estr. en 1947.

Yo soy casado, señorita (sainete lírico) -con música de Jacinto Guerrero-, estr. en 1948.

Moreno tiene que ser (sainete lírico) -con Emilio González del Castillo; música de Francisco Alonso-, estr. en 1950.

¡A vivir del cuento! (sainete lírico) -con música de Fernando Moraleda y M. Martínez Faixá-, estr. en 1952.

El burro del tío Basilio (apunte de un sainete), estr. en 1952.

Salud y pesetas (revista) -con Emilio González del Castillo; música de Jacinto Guerrero y Francisco Alonso-, estr. en 1953.

Ana María (sainete lírico) -con música de José Padilla-, estr. en 1954.

Periquito entre ellas (zarzuela) -con Emilio González del Castillo; música de Ernesto Pérez Rosillo y Fernando Moraleda-, estr. en 1954.

Maridos odiosos (zarzuela, adaptación de Periquito entre ellas) -con Emilio González del Castillo; música de Ernesto Pérez Rosillo y Fernando Moraleda-, estr. en 1956.

La chacha, Rodríguez y su padre (sainete lírico) -con música de José Padilla-, estr. en 1956. / Madrid, Imp. de J. L. Cosano, 1957.

Los diabólicos (revista) -con Emilio González del Castillo; música de Ernesto Pérez Rosillo y Fernando Moraleda-, estr. en 1957.

Tócame Roque (sainete lírico) -con José A. Muñoz Galindo; música de Fernando Moraleda y E. Escudé Cofiner-, estr. en 1958.

Una jovencita de 800 años (sainete lírico superrealista) -con música de Fernando Moraleda y E. Escudé Cofiner-, Madrid, Imp. de J. L. Cosano, 1959.

Un matraco en Nueva York (revista, adaptación de Salud y pesetas) -con Emilio González del Castillo; música de Jacinto Guerrero y Francisco Alonso-, estr. en 1959.

Cásate con una ingenua (opereta) -con música de Francisco Alonso-, estr. en 1960.

Aquí hay gata encerrada (revista) -con Leandro Navarro e Ignacio F. Iquino; música de Carlos Mas y Manuel Sala-, estr. en 1961.

El conde Manzanares (sainete lírico) -con Mariano Méndez Vigo; música de Daniel Montorio-, estr. en 1962.

¡Qué cuadro el de Velázquez esquina a Goya! (sainete lírico) -con música de Fernando Moraleda-, Madrid, Gráficas Zamora, 1963.

Mami, llévame al colegio (nueva versión de Las Leandras), estr. en 1964.

¡Aquí la verdad desnuda! (opereta) -con música de Jacinto Guerrero-, estr. en 1965.

A las diez en la cama estés (sainete lírico) -con música de Fernando Moraleda-, estr. en 1966.

Las de Villadiego005
 

                                      BIBLIOGRAFÍA

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-MOISÉS, Ángel, El libro del teatro, Madrid, Gráficas Casado, 1947.

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 Publicado en Galería del olvido, Zaragoza, Cremallo de ediciones, 2001, pp. 123-128. Actualizo la bibliografía. 

 Las Leandras004

 

                                     


    [1] Así lo hacen autores tan prestigiosos como Dru Dougherty y María Francisca Vilches en sus obras sobre la escena madrileña.

Tina de Jarque (Constantina de Jarque Castro), Barcelona, 7-I-1906 / Paterna (Valencia), 23-I-1937. Cantante y vedette.

Hija del famoso clown Tonitoff (Antonio de Jarque), muerto en 1915, debió de conocer bien el ambiente artístico de toda Europa desde su infancia. Tras ganar un concurso de belleza en el teatro Novedades, debutó en el Edén Concert para pasar al Lyon d’Or, el teatro Romea e ingresar, después, en la gran compañía de revistas de Eulogio Velasco.

Tina de Jarque jovenDe gran presencia escénica, empezó como artista de variedades y cupletista pero su belleza y simpatía la llevaron a la revista aunque no fuera buena cantante. Hizo cine, grabó algunos discos pero su principal desempeño artístico en el periodo de su mayor repercusión (1925-1936) fue el de vedette. En plena locura (1926) y La orgía dorada (1928) fueron las dos brillantes revistas que significaron su despegue.  En Europa trabajó en lugares como Biarritz, París o Berlín e hizo también su correspondiente campaña en ambas Américas (1932). Estando en Nueva York se le atribuyó un romance con el púgil Paulino Uzcudun, que dio pasto a las revistas todavía no llamadas «rosas» o del «corazón» en su tiempo. Durante los años treinta, consiguió un gran triunfo con ¡Cómo están las mujeres! del maestro Luna y la nueva versión de Las corsarias de Alonso. En los primeros días de la Guerra Civil, fue una de las protagonistas de Carne de fieras (Armand Guerra, 1936), la primera película española comercial que exhibió un desnudo. No el de Tina, sino el de la blonda francesa, Marlène Grey. Rodado al inicio de la guerra, la precariedad de la producción influyó en la modestia de los medios técnicos y el film no fue estrenado, aunque, años después, Raúl Tartaj la encontraría en un rastro y la vendería a la Filmoteca de Zaragoza, que la restauró.

Tina de Jarque

Detenida durante la contienda por Abel Domínguez, comandante de  milicias, salvó su vida a cambio de favores sexuales. A continuación el corrupto miliciano tramó el fugarse de España con ella y diez millones en oro y alhajas procedentes de sus requisas «revolucionarias». A través del soplo de un correligionario, el comité central de la CNT, al que pertenecía Abel Domínguez,  fue sabedor de estas intenciones y ambos  fueron sorprendidos  en Castellón, cuando trataban de embarcar hacia la Argentina, y fusilados, junto a dos de sus acompañantes. Tina fue enterrada en el cementerio de Valencia.

DISCOGRAFÍA

Al Uruguay (con Alady y La Yankee), Gramófono 110770.

La orgía dorada CD La revista musical española Vol. 11. Sonifolk 20134, 1999.

FILMOGRAFÍATina de Jarque-¡Cómo están las mujeres!002

Bigamia, 1922 (rodada en Alemania)

– José BUCHS , La medalla del torero, 1924.

-M. NORIEGA (dir.), La mala ley, 1924.

-Armand GUERRA (dir.), Carne de fieras, 1936.

                                              BIBLIOGRAFÍA

-RAMÍREZ, J., Candilejas, Caracas, Tipografía La Nación, 1935, pp. 27-30.

– ALADY (C. Saldanya Beut), Rialles, llàgrimes y “vedettes”. “Memòries d’Alady”, Barcelona, Bruguera, 1965, pp. 97-98.

-GONZÁLEZ PEÑA, Mª Luz, Voz “Jarque, Tina de”, Diccionario de la zarzuela. España e Hispanoamérica II, Madrid, ICCMU, 2003, p. 58.

RÍOS CARRATALÁ, Juan Antonio, El tiempo de la desmesura. Historias insólitas del cine y la Guerra Civil española, Barcelona, Barril & Barral, 2010.

 –BARREIRO, Javier, Voz: «Jarque, Constantina (Tina de Jarque)», Diccionario biográfico español.  Vol. XXVII, Madrid, Real Academia de la Historia, 2012, pp. 710-711.

-DOMINGO, Alfonso, El enigma de Tina, Sevilla, Algaida, 2013.

(Publicado en Diccionario Biográfico Español, Vol. XXVII, Madrid, Real Academia de la Historia, Madrid, 2012,  pp. 710-711).

Tina de Jarque_La sal por arrobas

JOVÉS DE TORRES, Manuel, Manresa (Barcelona), 7.III.1886 – Buenos Aires, 26.VIII.1927. Compositor.

 Cursó sus estudios de piano y violín con el Padre Guzmán en el Monasterio de Montserrat hasta los 19 años. Después creó y dirigió el Orfeón de Manresa. En 1908 se estableció en Buenos Aires.

Para abrirse camino puso una academia de varietés, la primera de su género que hubo en la Argentina, dio clases particulares e integró diversos conjuntos, como el septeto del café Colón. También actuó como pianista con el dúo Las Porteñas. Muy pronto empezó también a componer tangos, en cuya labor brillaría como uno de los músicos más importantes del género. Fue director musical de Lola Membrives y también de  La Goya y Raquel Meller durante sus periplos por América del Sur. Para ellas compuso numerosas piezas que se hicieron famosas, como El calaverón, Mi reja, Mi copla,La azafata de la reina, La barba blanca, Rosa de fuego, El beso del soldado (Adiós, Pilar) o Diguili que vengui. También valses como Deseo, chotis como Adiós, Celipe, sardanas como Toch d’alba, que cantó Mercedes Serós y cientos de tangos, entre los que destacan El rabanito, El matrero, ¡Apriete que va la marca!, El dormilón, Pobres mujeres, Ha de volver a mí, La más tigrera, Flor de la pampa, Flor de yuyo, Al tango… Ricura, Pobre percanta, Yerba seca, Celosa, Corazón de arrabal, Francesita, La provinciana, Loca, Pingo mío, Pobre francesita, Pobre milonga, ‘Qué programa!, Una más, El patotero sentimental, Buenos Aires, Nubes de humo (Fume compadre), Venga champagne, muchachos, Cualquier cosa… Siete de ellos fueron grabados por Carlos Gardel.

Manuel Jovés, en su frenética actividad, dirigió orquestas, revistas teatrales  -algunas como Las catástrofes del año y Pasen a ver al fenómeno llegaron a ser estrenadas en el prestigioso teatro Cervantes- y se convirtió en uno de los músicos más populares del país austral. Viajo a su tierra en diversas ocasiones antes de su prematura muerte.

                                                             OBRA MUSICAL PARA LA ESCENA

Academia Millanes; Buenos Aires a la vistaBuenos Aires chic; El ganador de la copa de oro, El que toma mate vuelve;  El verbo amar; El bailarín del cabaret; El rey del cabaret; La alegría de la vida; La mujer en todas partes; La revista del Cervantes; Landrú en los infiernos; Las catástrofes del año, París reo; Pasen a ver que hay pa’todos;  Pasen a ver al fenómeno; ¿Qué quiere la Rasimí?

                                                      BIBLIOGRAFÍA

– BARREIRO, Javier, Voz:  “Jovés, Manuel”, Diccionario del tango, Madrid, SGAE, 2001, p. 83.

Diccionario biográfico español. Vol. XXVII, Madrid, Real Academia de la Historia, Madrid, 2012, pp. 207-208.

-BATES, Héctor y Luis, J., Historia del tango, Buenos Aires, Compañía General Fabril Financiera, 1936, pp. 220-224.

-DEMARÍA, Gonzalo, Teatro efímero entre dos revoluciones (1890-1930), Buenos Aires, Instituto Nacional del Teatro, 2011.

-GRECO, Orlando del, Carlos Gardel y los autores de sus canciones, Buenos Aires, AKIAN, 1990, p. 199-200.

-UTRERA, J., «El maestro Jovés en Barcelona», El Bufón nº 20, febrero de 1926.

-VILAR I TORRENS, J. M, Diccionario de la música española e hispanoamericana, Tomo 6, Madrid, SGAE, 2000, p. 608.

GÁMEZ, Celia (Celia Gámez Carrasco). Buenos Aires, 25.VIII.1905 – Buenos Aires, 10.XII.1992. Cantante. Vedette. Gran estrella de la revista musical.

Hija de padres malagueños recién emigrados a América aunque de desahogada posición, nació en la calle Esmeralda de la capital argentina. Ella daba la falsa fecha de 1908.

Con gran vocación artística desde niña, debutó a los catorce años en el Teatro de la Comedia de su ciudad natal, como comparsa en Las corsarias, pieza en la que al año siguiente ya interpretó el papel principal. Pasó después al Teatro Porteño sustituyendo a Josephine Baker y, posteriormente, al Maipú. En diciembre de 1925, con ocasión de recoger una herencia, viajó a España acompañando a su padre. Durante un viaje en tren, la marquesa de la Corona le oyó cantar tangos y le propuso actuara en un festival benéfico que iba a celebrarse en el Teatro Pavón. Presentada por Fleta y con la presidencia de los reyes, interpretó varios tangos, que le valieron un contrato con el empresario del Teatro Romea. Se insinuó que entonces empezó su relación con Alfonso XIII, que incluso le dio habitación en el Palacio Real.

Celia Gámez-Los 40 mejores tangos

Celia debutó en el Romea (14-I-1926) y, pese a su voz algo gatuna, su rotunda belleza, con unas piernas que se hicieron míticas, el desparpajo en escena y la pasión que reinaba hacia el tango le depararon el triunfo rápidamente. En 1927 debuta como vedette en la revista musical con Las burladoras del amor y El carnet del Eslava y un mes después (13 de mayo) obtiene un gran éxito con Las castigadoras, que, durante varios años, paseó por España. A partir de aquí, se convertirá en la figura estelar del género, categoría que mantuvo hasta su retirada. Entre los títulos más populares que interpretó, en una época en que la revista estaba en su máximo esplendor, hay que citar Las guapas (1930), ¡Me acuesto a las ocho! (1930), Las mimosas (1931), Las tentaciones (1932), Las de Villadiego (1933),  pero sin duda su mayor éxito fue Las Leandras,(1931), con números ocurrentes e imperecederos como el chotis El Pichi, el pasacalle Los nardos y muchos más. Su dedicación a la revista no le impidió grabar entre los años 1925 y 1935 casi un centenar de tangos, amén de otros estilos.

En la cima de su popularidad se pasó a la opereta, estrenando El baile del Savoy (1934), obra que había triunfado en Londres. En España era la primera vez que se presentaban bailarines en escena. Durante la guerra actuó en el programa que dio inicio a Radio Nacional y en festivales patrióticos pero en 1937 logró marcharse a la Argentina donde montó varios espectáculos. Volvió a finales de 1938 para hacer varias giras por la zona nacional. Al final de la guerra se hizo famoso su chotis ¡Ya hemos pasao!, réplica del lema “¡No pasarán!» de la resistencia republicana madrileña.

Durante la posguerra siguió siendo uno de los personajes más famosos y admirados del país. Los éxitos se sucedieron con La duquesa del Tabarín, La cenicienta del Palace, Yola, Si Fausto fuera Faustina… El 1 de julio de 1944 su boda con el dentista José Manuel Goenaga, apadrinada por el general Millán Astray, fue un acontecimiento nacional. Nueve años después se separaba. Aún casó en París por lo civil con el periodista Francisco Lucientes, del que también se separó tras una temporada de convivencia  y retirada del escenario.

Durante los años cuarenta Hoy como ayer (1945), Gran Revista (1946), Vacaciones forzosas (1946), La estrella de Egipto (1947) fueron espectáculos que se eternizaron en los carteles y dieron cauce a numerosos cantables que todavía se recuerdan. Probablemente, el mayor éxito de esta etapa fue La hechicera en palacio (1950). En 1957 reapareció con otro triunfo, El águila de fuego. Al año siguiente estrenó S. E. la embajadora pero se iniciaba el declive de su género aunque en la década de los sesenta Celia todavía conservaba su público y un amplio plantel de admiradores. A raíz de algún montaje fracasado fue perdiendo su fortuna, a lo que colaboró su vieja afición al juego. Finalmente, se pasó la comedia y en los setenta reapareció formando parte del espectáculo Fiesta y protagonizando el film Mi hijo no es lo que parece (Angelino Fons, 1973). De nuevo volvió a Buenos Aires donde trabajó en algunas comedias y un film y todavía regresó a España en 1984, para cantar con Sara Montiel y otros artistas menores en un espectáculo musical, Nostalgia.  Fue su último trabajo en escena. Los años finales de su vida, afectada del mal de Alzheimer y sin muchos posibles, los pasó en Buenos Aires, donde reposan sus restos.

BIBLIOGRAFÍA

-BARREIRO, Javier, Voz «Gámez, Celia», Diccionario biográfico español, Vol. XXI, Madrid, Real Academia de la Historia, 2011, pp. 303-304.

-BLAS VEGA, José, La canción española, Madrid, Taller El Búcaro, 1996, pp. 87-90.

-FEMENIA SÁNCHEZ, Ramón La revista. Apuntes sobre la historia del género frívolo, Madrid, Autor, 1997, pp. 315-337.

-MONTIJANO RUIZ,  Juan José, Un «demonio escénico» llamado Celia Gámez, Granada, Digital Gami, 2008.

-, 6 vedettes 6. Apuntes biográficos de las reinas de la revista : (Celia Gámez, Queta Claver, Virginia de Matos, Tania Doris, Addy Ventura y Lina Morgan), El Ejido (Almería), Círculo Rojo, 2010.

-ROMÁN, Manuel, Canciones de nuestra vida, Madrid, Alianza, 1994, pp. 59-69.

-SAN MARTÍN, H. (Transcripción), Memorias de Celia Gámez,  Semana, 12 mayo-2 septiembre 1984.

 

CARMEN DE LIRIO (María del Carmen Forns Aznar)  (Zaragoza,31.X.1923 / Barcelona, 5-VIII-2014). Vedette  y actriz.

Nacida en el barrio de las Delicias y hermana del cantador de jotas Mariano Forns, se crió sucesivamente en Zaragoza, Córdoba y Barcelona, donde su padre, oficial de prisiones, fue trasladado. Su gran belleza le llevó a los escenarios imitando a Concha Piquer, que le sugirió el nombre artístico basado en su canción “La Lirio”. Tras actuar en Madrid, Zaragoza y otras ciudades españolas, en 1949, ya como primera vedette, aparece en el barcelonés teatro Victoria debutando con la obra Escuela de estrellas. En el mismo escenario se despedirá casi veinte años después como primera figura. En esta ciudad desarrolló la mayor parte de su carrera como vedette de la compañía del empresario Joaquín Gasa.

De hermosos ojos verdes y espectacular físico, durante la década del cincuenta, fue considerada como la mujer más guapa de España y destacó en todos los aspectos de su profesión, tanto como cantante y bailarina, como por su figura y elegancia. En dichas fechas su éxito y popularidad fueron multitudinarios y se convirtió en una suerte de leyenda urbana. Su nombre aparecía en todos los mentideros y era pasto de cualquier rumor. En su época de esplendor grabó numerosos discos y tuvo un éxito arrebatador con el pasacalle “En la noche de bodas”, que llegó a estar prohibido por la censura. Pertenecía a la exitosa revista Esta noche no me acuesto, estrenada en 1950.

 A partir de su retirada como vedette, a finales de los sesenta, hizo café-teatro y se movió entre Madrid y Barcelona para continuar en los escenarios como actriz de cine, teatro y televisión. En 2008 publicó sus memorias.

Otra entrada sobre la artista en este blog: https://javierbarreiro.wordpress.com/2014/08/05/carmen-de-lirio-historia-de-una-confusion-2/

 

                                                    FILMOGRAFÍA

 Daniel MANGRANÉ y Carlos SERRANO DE OSMA, Parsifal 1951.

 Marco GIROLAMI, Oggi Sposi, 1952.

 Ignacio F. IQUINO , La pecadora, 1954.

Edgar NEVILLE, La ironía del dinero, 1955.

 Fernando FERNÁN GÓMÉZ, La vida alrededor, 1959.

G. MALATESTA, Goliath contra los gigantes, 1962.

Antonio RIBAS, Los salvajes del Puente San Gil, 1966.

Jesús FRANCO,  Justine/De Sade, 1969.

 Claudio GUERIN HILL, La casa de las palomas, 1971.

Ignacio F. IQUINO, Aborto criminal, 1973.

 Vicente ARANDA, Clara es el precio, 1974.

Jacinto GRAU, La trastienda, 1975.

 Javier AGUIRRE, Carne apaleada, 1977.

 Rafael GIL, Las alegres chicas de Colsada, 1983.

José Antonio de la LOMA, Yo, “El vaquilla”, 1985

José Luis CUERDA, Amanece que no es poco, 1988.

 Mireia ROS, La Moños, 1996.

C. BALAGUÉ, Casita blanca. La ciudad oculta, 2002.

 

                                                         BIBLIOGRAFÍA

-ARCO, Manuel del, Los personajes son de carne y hueso, Barcelona, Planeta, 1960, pp. 265-268.

-ROTELLAR MATA, Manuel, Voz «Lirio, Carmen de», Gran Enciclopedia Aragonesa Tomo VIII, Zaragoza, UNALI, 1981, pp. 2064.

-HERNÁNDEZ RUIZ, Javier y Pablo PÉREZ RUBIO, Diccionario de aragoneses en el cine y el video, Zaragoza, Mira, 1994, pp. 143-144.

ROMÁN, Manuel, Canciones de nuestra vida, Madrid, Alianza, 1994, pp. 71-73.

BARREIRO, Javier, Voces de Aragón, Zaragoza, Ibercaja, 2004, pp. 169-173.

-, «Historia de una confusión», Heraldo de Aragón, 27-V-2006.

-,  Voz: «Forns Aznar, María del Carmen» (Carmen de Lirio), Diccionario biográfico español. Vol. XX, Madrid, Real Academia de la Historia, 2011, pp. 482-483.

CARMEN DE LIRIO (María del Carmen Fons Aznar), Memorias de la mítica vedette que burló la censura, Barcelona, ACV Edicions, 2008.

Carmen de Lirio4

Alady (Carlos Saldaña Beut), Valencia, 6.X.1902-Barcelona, 11-IX-1968. Humorista, caricato, artista de varietés.

De padre aragonés y madre valenciana, con un año de edad, sus padres se trasladaron a Barcelona, donde probó en muy diferentes trabajos repartiendo pan y vivió la bohemia barcelonesa. A fines de la segunda década del siglo comienza a actuar en los cafés, como ayudante del prestidigitador Marius. Pronto decide actuar en solitario y debuta en el Café del Comercio. Pasa después al London Bar y al Molino Rojo. Toma su nombre artístico de una frase de Rusiñol, que, al descubrirle una gran mancha de aceite, le llama “Aladino, el de la lámpara maravillosa”. Su prestigio como caricato se incrementa, hace algunas tournés por España y en 1926 se presenta en el teatro Romea de Madrid, donde, por primera vez en España baila claqué . Prepara sketchs e imitaciones con Enrique Jardiel Poncela, Tono, Mihura y K-Hito. En 1927 debuta en la revista con Las inyecciones o el doctor Cleofás Uthoff vale más que Voronoff, de Muñoz Seca, de la que llegó a hacer tres mil representaciones. Protagonizó también Las castigadoras, del maestro Alonso, con Celia Gámez como vedette. Forma pareja con las principales artistas femeninas (La Yankee, Tina de Jarque, Concha Piquer…) y comienza a grabar discos paródicos, que se hacen muy populares.

Su oficio, naturalidad y versatilidad (canta, actúa, imita, cuenta chistes, baila, recita, presenta espectáculos, hace monólogos…) lo convierten en una de las estrellas más demandadas. Tras trabajar junto a Josephine Baker, forma un exitoso dúo musical con Carmencita Aubert. A principios de los treinta, se convierte también en estrella de la radio. La guerra le sorprende en Madrid y actúa en numerosos espectáculos. Pasada esta, vuelve a la revista y a sus papeles humorísticos. En 1949 obtiene uno de sus grandes éxitos con Chofer al Palace. Continúa trabajando hasta 1968 en que se despidió del público. En 1959, recibió un homenaje en Teatro Cómico de Barcelona, escenario de muchos de sus triunfos y, en 1965, publicó en catalán sus memorias.

Además de sus grandes cualidades artísticas, Alady fue persona de excelente carácter y sentimientos. Fue llamado también “el ganso del hongo”, por cubrirse habitualmente en escena con uno de estos sombreros.

OBRA: Alady : el ganso del hongo: biografía, interviú, desventuras, cuentos, anécdotas, improvisaciones, Barcelona, Biblioteca Films, 1930; Las gansadas de mi hongo, Barcelona, Gráficas Devesa, s. f., Rialles, llàgrimes i “vedettes”. Memòries d’Alady, Barcelona, Bruguera, 1965.

DISCOGRAFÍA SELECTA: CD Alady, El rey del musical español, Blue Moon BMCD 7607

(Publicado en Diccionario biográfico español, Madrid, Real Academia de la Historia, 2010. Con adiciones).

                                                                      FILMOGRAFÍA

 J. M.CASTELLVÍ (dir.), Viva la vida, 1934; R. CHEVALIER (dir.) El tren de las 8.47, 1934; Sesenta horas en el cielo, 1935; X. GÜELL (dir.) El paraíso recobrado, 1935; J. MIHURA (dir.) Don Viudo de Rodríguez, 1935 ; E. DIBAN (dir.) Garabatos Alady, 1944; L. G. BERLANGA y J. A. BARDEM (dir.), Esa pareja feliz, 1951; M. LLUCH (dir.), Las estrellas, 1960; I. F. IQUINO (dir.), Las estrellas, 1965; J. M. FONT-ESPINA (dir.), En Baldiri de la costa, 1968; J. BOSCH (dir.), La viudita ye-ye, 1968.

                                                                         BIBLIOGRAFÍA

-BADENAS, Miquel, Carles Saldaña i Beut, Alady: l’ ultim rei del Paral.lel, Barcelona, Mediterrànea, 2001.

-BARREIRO, Javier, Voz: «Saldanya Beut, Carlos, ‘Alady'», Diccionario biográfico español, Madrid, Real Academia de la Historia, 2010.

-GASCH, Sebastián, El Molino, Memorias de un setentón, Barcelona, DOPESA, 1971, pp. 71-77.

-MARQUERIE, Alfredo, Personas y personajes, Barcelona, DOPESA, 1971.

-QUIÑONES, Xavier, Alady, el rey del musical español, Blue Moon BMCD7607, 1998.

BAYÓN HERRERA, Luis. Bilbao, 23.IX.1889 – Buenos Aires, 30.III.1956. Escritor y cineasta.

Emigrado de niño a Buenos Aires, se dio a conocer como poeta en la revista Nosotros y, poco después, como autor teatral. Su primera comedia fue Como se olvida (1907), que llevó al escenario Pablo Podestá. Tras unos años de bohemia en París, donde se ganó malamente la vida con colaboraciones periodísticas pero tuvo oportunidad de conocer el music-hall francés, volvió a Buenos Aires y pronto se inclinó por la revista criolla, de la que fue uno de los autores más populares y fecundos. En 1923 viajó a Europa con su amigo el periodista, libretista y autor de tangos, Manuel Romero. A su vuelta pusieron en práctica las innovaciones observadas en los grandes espectáculos que habían contemplado. Hasta 242 obras contó el periodista Tito Livio Foppa, algunas firmadas con el seudónimo de Juan Pueblo. De estas producciones costumbristas surgieron tangos tan famosos como «El taita del arrabal», «Un tropezón», «Haragán», «Volvé», cantados por Gardel, y muchos otros en los que colaboró con grandes músicos como Padilla.

Su feudo fue el Teatro Sarmiento, con cuya compañía y también junto a Manuel Romero, viajó a España (1931) para estrenar en el Teatro de la Zarzuela y, después, en el Palace Theatre de París. Colaboró con su socio teatral, Manuel Romero, en el argumento de Luces de Buenos Aires (Adelqui Millar, 1931), una de las primeras cintas gardelianas, lo que le dio oportunidad de introducirse en el cine sonoro. A partir de 1938, en que dirigió Jettatore, se dedicó especialmente a él y en pocos años llegó a dirigir treinta y tres películas en sólo trece años, entre otras, El astro del tango (1940), con Hugo del Carril, El más infeliz del pueblo (1941), con el famoso cómico Luis Sandrini y Eva Duarte, pronto esposa de Perón, o Buenos Aires a la vista (1950), con Agustín Irusta como protagonista. Su último trabajo para el cine fue Con la música en el alma (1951). También firmó una veintena de guiones.

                                                          BIBLIOGRAFÍA

-DIEGO, J. A. de, Grotesco y revista. Cronología crítica del grotesco. La revista también tiene su historia, Buenos Aires, VC, 1987, pp. 143-145.

-GRECO, Orlando del, Carlos Gardel y los autores de sus canciones, Buenos Aires, AKIAN, 1990, p. 42.

-GOBELLO, José, Tangos, letras y letristas, 4, Buenos Aires, Plus Ultra, 1994, p. 26-27.

-BARREIRO, Javier, Voz “Bayón Herrera, Luis”, Diccionario del tango, Madrid, SGAE, 2001, p. 19.

-, Voz: «Bayón Herrera, Luis», Diccionario biográfico español Vol. VII, Madrid, Real Academia de la Historia, 2010, pp. 430-431.

-DEMARÍA, Gonzalo, La revista porteña. Teatro efímero entre dos revoluciones, (1890-1930), Buenos Aires, Instituto Nacional de Teatro, 2011.
                                        

                                                           FILMOGRAFÍA

(como director)
Jettatore, 1938;  Mi suegra es una fiera, 1939; Oro entre barro, 1939; Cándida, 1939; El astro del tango, 1940; Los celos de Cándida, 1940; Mi fortuna por un nieto, 1940; Amor, 1940; El más infeliz del pueblo, 1941; Peluquería de señoras, 1941; Joven viuda y estanciera, 1941; La novela de un joven pobre, 1942; Secuestro internacional, 1942; La casa de los millones, 1942; La suerte llama tres veces, 1943; Pasión imposible, 1943; La suerte llama tres veces, 1943; La piel de zapa, 1943; Los dos rivales, 1944, La danza de la fortuna, 1944; La amada inmóvil, 1945; Una mujer sin emportancia, 1945; Un modelo de París, 1946; Tres millones… y el amor, 1946; Un marido ideal, 1947; Lucrecia Borgia, 1947; Cuidado con las imitaciones, 1948; Maridos modernos, 1948; Fúlmine, 1949; Todo un héroe, 1949; El seductor, 1950; A La Habana me voy, 1950, Buenos Aires a la vista, 1950; Con la música en el alma, 1951.

Algunos de los tangos que firmó: «El taita del arrabal», «Haragán», «Dejá que la gente diga», «Un tropezón», «Pero hay una melena» (fox), «Volvé», «Purrete de mi amor», «La  muerte de Milonguita», «Vos no engrupís más», «Igual que ayer».